miércoles, 23 de enero de 2013

MIS PROFUNDOS RESPETOS

Por Fernando Abaga Edjang
(Simple Ciudadano de a Pie
expresandose a título personal)
Con mucha alegría nos ha llegado la notición de la liberación de Severo Moto, Presidente del Partido del Progreso, así como la recuperación de su pasaporte.  Hemos leído que, después de cuatro largos años, la “justicia” española ha ratificado, finalmente, que “...Severo Moto no es una amenaza para la sociedad española…” ¿Cómo se pudo sospechar, para empezar, que Severo pudiera ser una amenaza para la sociedad española?!!! Es como si Osama Bin Laden fuera un Esawong!!! Ciertamente, insólito. Afortunadamente, esto ya es historia, pero, lo que no es historia es la insoportable odisea que ha debido suponer perder la escasísima libertad que poseen los guineanos que están en el punto de mira del Fundador, ya sea por la imposibilidad de llevar una vida normal y tranquila, ya sea por las limitaciones que impone la vida en el exilio.  Y encima, verse perseguido por el gobierno del país anfitrión es el clímax de las tribulaciones.  Mantener la lucidez, la calma y la ecuanimidad en tales circunstancias y durante tanto tiempo es una muestra clara de un fuerte espíritu patriótico y de sacrificio, una férrea voluntad de vivir y seguir adelante y un sólido deseo de hacer algo positivo por Guinea Ecuatorial. Muchos hubieran quebrado psicológicamente, pero, Severo Moto Nsa lo ha sobrevivido y ahí “está como nunca”.

Uno de los problemas que tenemos en nuestra sociedad es que nunca encontramos razones para celebrar la vida de los demás, sus hazañas, sus éxitos y logros.  El Fundador y su gente lo han legitimado en la barata filosofía de “Nada es Nada”.  ¿De qué cabeza puede haber surgido tal aberración? O sea, la nuestra es una sociedad que gusta de humillar y ningunear a sus hijos más ilustres, aquellos que superan o intentan superar la cómoda posición mediocre imperante, que no requiere ni esfuerzos ni lucidez y mantiene a nuestra sociedad en estado de perpetua mediocridad.  La nuestra es una sociedad en que no se promociona ni se valora el trabajo duro ni el esfuerzo para elevarse al nivel de aquellos que han tenido éxito en un área u otro y, de este modo, elevar a nuestra sociedad en general y hacerla grande y próspera. Estoy hablando de la ausencia de la competencia y del mérito, del afán de superación y de creer en las capacidades individuales para ir más allá de lo aparentemente posible.   Como consecuencia de esta mentalidad, vivimos en una sociedad sin héroes, ni ídolos, ni leyendas, ni nada. El resultante anonimato se observa incluso en nuestros cementerios, donde es difícil encontrar una lápida celebrando, reconociendo y recordando las contribuciones de un difunto ilustre hijo de Guinea Ecuatorial durante su vida.  ¿Qué pasa aquí? Desde muy joven tuve el deseo de llegar a ser un economista un día, a pesar de que yo no tenía ni la mínima idea de lo que era la economía.  Y ese deseo surgió de la admiración que tenía al economista Jesús Ndong Buendi. Pero, ¿dónde está enterrado el primer economista de Guinea Ecuatorial, que para el colmo fue fusilado por el régimen?  Ni idea. En países normales, se habría levantado un mausoleo que sería lugar de peregrinación para los economistas que vinieron después, tal como se visita hoy en día el mausoleo de Adam Smith, padre de la economía, en donde se puede leer claramente lo siguiente:

"Here are deposited the remains of ADAM SMITH.
Author of the Theory of Moral Sentiments and Wealth of Nations:
He was born 5th June, 1725, and died 17th July, 1790."

Aquí yacen los restos mortales de ADAM SMITH,
Autor de la Teoría de los Sentimientos Morales y la Riqueza de las Naciones;
Nació el 5 de junio 1725 y murió el día 17 de julio de 1790”.

Los héroes de nuestra independencia están olvidados y el Fundador solo se acuerda de ellos por motivos oportunistas y egoístas, para su ensalzamiento personal.  Ni siquiera sabemos dónde están enterrados los que murieron después en manos del régimen y por los que el Fundador tiene mucho que decir.  Y en este silencio hemos colaborado todos.  A nadie se le ha ocurrido escribir una biografía de esos ilustres hijos de Guinea Ecuatorial.  Escuchamos sus nombres pero poco más.  ¿Cómo llegaron adonde llegaron, especialmente en el periodo colonial?  ¿Cuáles fueron sus métodos de lucha contra el poder establecido? ¿Quiénes fueron sus esposas?  ¿Siguen en vida? ¿Qué atributos personales les permitieron tener éxito en la política y/o en los negocios?  ¿Qué podemos aprender de ellos? ¿Cuál es su legado? ¿Escribieron algo? Leemos las biografías de Nelson Mandela, Kwame Nkrumah, Mahatma Ghandi, etc. pero, no hay absolutamente nada sobre los padres de la independencia, los verdaderos fundadores de este país que está siendo destrozado por un inútil que nadie sabe de dónde surgió.  Esto es muy grave.  Y lo más grave es que este vacío lo han ocupado los mentecatos, los embarulladores, los energúmenos, los bribones, los fanfarrones, los percebes, los oportunistas, los merluzos, los chorizos, los bandidos, los maleantes, los ladrones, los gamberros, los chivatos, los octavilleros y demás indeseables que nuestra sociedad es capaz de producir, encabezados por el Fundador. Así, nos hemos convertido en un país sin historia y sin memoria. Este silencio es demasiado ensordecedor.

A la vez que somos incapaces de ver lo bueno en los demás, por el contrario, somos muy hábiles, diría expertos a la hora de identificar lo que percibimos como defectos en nuestros paisanos, muy hábiles en “ver la espiga en el ojo ajeno”.  A los guineanos nos basta un segundo para componer una lista de los defectos de un paisano que acabamos de conocer.  A pesar de la difícil tarea que hace la oposición a la dictadura más dura de África, muchos paisanos sólo ven defectos en ella y en sus dirigentes, con especial atención en lo que la oposición no ha hecho pero ignorando totalmente lo que se ha podido lograr por limitado que sea. Muchos incluso hablan de la oposición como si fuese la responsable del estado actual de cosas, a pesar de tener la posibilidad de sumarse ellos mismos a la oposición y corregir aquello que, según ellos, no se estaría haciendo bien.

La alternativa al problema que estoy exponiendo aquí no es echarnos flores los unos a los otros ni la mutua adulación, sino de reconocer lo que está bien en los demás, de apreciar que, a la vez que estamos llenos de defectos, también podríamos tener algunas virtudes que merecen celebrarse y cultivarse en nuestra sociedad. Los valores y las virtudes los encarnan las personas y es a través de ellas que se transmiten de una generación a otra.  Los que encarnan estos valores y virtudes son los héroes, los ídolos, los ejemplos a seguir.  Precisamente, quiero aprovechar este artículo para celebrar a dos ilustres ciudadanos de Guinea Ecuatorial que han hecho una enorme contribución para el engrandecimiento de Guinea Ecuatorial.  Se trata de Severo Moto Nsa, Presidente del Partido del Progreso, y de Andrés Moisés Mba Ada (q.e.p.d.), antiguo Presidente de Unión Popular.  De entrada, es necesario reconocer que el Partido del Progreso y la Unión Popular son los dos partidos políticos que mayor arrastre y arraigo tuvieron durante el periodo de la frustrada transición política de Guinea Ecuatorial y que mucho miedo le dieron al Fundador. 

De Severo Moto Nsa y Andrés Moisés Mba Ada se ha dicho de todo, fundamentalmente negativo, como es natural en Guinea Ecuatorial.  Hasta se les ha acusado del fracaso de la mal llamada transición política.  Para muchos, no hicieron lo que se esperaba de ellos.  Se les exigió que tomaran riesgos que muchos no estaban dispuestos a tomar ellos mismos.  Se esperó que actuaran de una forma que solo hubiera tenido sentido en otros contextos, no en el infierno del Presidente Fundador.  Se deseó que fueran un poco más agresivos con el Fundador a la vez que su masiva militancia se quedaba tranquilamente en sus casas cuando el Fundador lanzaba sus zarpazos contra ellos.  Y cuando no han hechos las cosas tal como se ha deseado se les ha escoriado y llamado de todo.  Pero, hay una lectura diferente de sus acciones y omisiones. Y es la que quiero presentar a continuación.

Fue a mi regreso a Guinea Ecuatorial, después de mis estudios, que por primera vez me enteré de Severo Moto Nsa.  Nunca había oído hablar de él.  En aquella época, no circulaba la información como lo hace ahora, gracias a la proliferación de las nuevas tecnologías de la información.  Un amigo me habló del accidentado viaje que Severo acababa de realizar a Guinea Ecuatorial para intentar legalizar el Partido del Progreso. Aquello me sonó a algo de otro mundo, muy difícil de creer. Uno tenía que ser tremendamente valiente, un suicida, para intentar una cosa así en aquellos tiempos en los territorios ocupados por el Fundador.  Efectivamente, como era de esperar en el extraño mundo del Fundador, dicho viaje, tal como me lo contó mi amigo, se saldó con la acusación de intento de “golpe de estado”, uno de los tantos que se ha inventado Atila el Huno, y con la condena a muerte de varios sospechosos de pertenecer al Partido del Progreso, entre ellos el mismo Severo Moto Nsa.  Yo quisiera creer que, cuando Severo Moto salió de España, era perfectamente consciente del riesgo que corría, pero, lo asumió.  Este fue un acto de mucho coraje.  El coraje no es necesariamente un valor que abunde en nuestra sociedad y debe reconocerse cuando se observa en un compatriota.

Esta actitud, de asumir el riesgo por la democratización de Guinea Ecuatorial, es lo que he visto repetidamente en la persona de Severo Moto Nsa.  Cuando el Fundador anunció su falsa democratización, Severo fue de los primeros en regresar a Guinea Ecuatorial para contribuir su granito de arena, a pesar de la pena de muerte que pesaba sobre su cabeza como consecuencia de su primer viaje en 1988.  Es importante señalar que no vino con las manos vacías, sino con su propio paquete de leyes que cristalizaban su visión de cómo se debía llevar a cabo la democratización de nuestro país así como  los resultados que había que obtener.  Durante su estancia en Guinea Ecuatorial sufrió varias embestidas del régimen, como el asalto a la sede de su partido político, en pleno día además de un juicios, encarcelamientos, y demás situaciones difíciles que hubieran hecho a mucha gente replantearse si valía la pena este enorme sacrificio por una causa que no aportaba beneficios personales. Pero, Severo Moto Nsa ha seguido al pie del cañón en la lucha por la democratización de Guinea Ecuatorial, con la misma energía y el mismo entusiasmo.  Y si es verdad que ha protagonizado todas esas aventuras multinacionales que se le atribuyen, habría que añadir el realismo y la capacidad de manejar operaciones complejas al bagaje de habilidades políticas de Severo Moto Nsa porque ello demuestra que, a diferencia de muchos ingenuos actores políticos, habría comprendido mejor que nadie y desde el principio, lo que realmente hace falta para arrancar al Gran Criminal de su poltrona y mandarle de regreso al infierno, de donde nunca debió salir.

De Andrés Moisés Mba Ada es mucho lo que se puede contar por su dilatada experiencia política. Mis recuerdos de ese señor datan del año de su fuga del país durante la época de Macías.  Yo acababa de empezar el bachillerato en Bata.  Recuerdo muy bien la movida que se produjo cuando se supo que había desaparecido la noche anterior en cayuco.  Del mismo modo, recuerdo muy bien las detenciones que se produjeron en mi pueblo y otros de Mikomiseng por el tema de “Alianza”, asociada a Andrés Moisés cuyo nombre se convirtió en una leyenda viviente. Con la caída de Macías, Andrés Moisés Mba Ada regresaría a Guinea Ecuatorial poco después, fundamentalmente como un hombre de negocios para contribuir al desarrollo del país.  Como es habitual en “El Melandro de Akoakam”, como le llaman los muchachos de Radio Macuto, se sacó de la manga un golpe de Estado que atribuiría a Andrés Moisés Mba Ada y aprovecharía para hacerse con sus bienes.   Ya antes de eso, habría ordenado la tortura de Andrés Moisés Mba Ada y Justino Mba Nsue sin respetar ni su edad ni su condición de figurar entre los padres de la independencia. Y este hecho demuestra que si Enrique Nvo u otro héroe de la independencia siguiera vivo, el Fundador tampoco les respetaría y no vacilaría en torturarles también, porque según él “Nada es Nada”.  Es así que, profundamente desilusionado, Andrés Moisés Mba Ada tomaría otra vez el camino del exilio hasta la mal llamada transición política anunciada por el Gran Asesino, cuando regresa esta vez como dirigente de Unión Popular.  Durante el periodo de la ficticia transición política, Andrés Moisés Mba Ada hizo grandes esfuerzos por contribuir a la democratización del país junto con otros líderes políticos, al frente de UP.  Durante ese periodo destacó como un líder carismático y maduro, con un aura que atraía a seguidores como abejas a un panal. 

Los hay que piensan que Andrés Moisés Mba Ada, como Presidente del Consejo de la Republica, pudo haberle parado los pies a Macías declarando su incapacidad para dirigir el país.  Sin embargo, una lectura cuidadosa de la constitución de 1968 demuestra que dicha constitución no era tan democrática como generalmente se piensa.  En primer lugar, esta constitución no describía el proceso por el cual se podía declarar la incapacidad del presidente.  En segundo lugar, esta constitución, por el contrario, dotaba al presidente (Macías) de poderes casi monárquicos, sin una clara separación de poderes, en que Macías era la única figura con autoridad y poder real.  Es así que, cuando Macías decidió detener a Andrés Moisés Mba Ada y a otros dirigentes políticos, lo pudo hacer con relativa facilidad.  Otros piensan que Andrés Moisés debió emprender acciones más agresivas durante la detención y posterior asesinato de Pedro Motu Mamiaga, prefiriendo llamar a la calma.  Lo que no se pregunta la gente es ¿qué hubiera pasado si Andrés Moisés Mba Ada hubiera optado por la confrontación directa contra el régimen?  Lo más probable es que se hubieran perdido más vidas humanas pero sin lograr nada.  El criminal Obiang estaba dispuesto a todo, favorecido por un contexto internacional impasible, a la vez que la oposición no disponía de medios reales para hacerle frente a la dictadura con eficacia.  Esta medida que tanto se critica fue, en retrospectiva, una decisión de clara madurez política, que evitó al país más sufrimientos y experiencias traumáticas de las que se vivió aquellos días.  Es así como desanimado, desilusionado, traicionado por varios compañeros de partido que en realidad eran espías del régimen y convencido de que el Fundador no tenía la intención de favorecer la democratización del país, Andrés Moisés Mba Ada se vería obligado a tomar otra vez el camino del exilio, donde moriría en 2006 abandonado incluso por su familia según tengo entendido, antes que doblegarse a las criminales intenciones del criminal que se hace llamar “presidente de Guinea Ecuatorial”.  El país perdió no solo un libro de historia viviente sino también a un líder carismático, decidido y dispuesto a entregar su vida por el país.  Lo que es más, Andrés Moisés Mba Ada reunía una condición que es muy escasa en los dirigentes africanos: La generosidad.

No pretendo absolver a nadie de los percibidos desaciertos políticos, pero, como dicen los religiosos, “el que no ha pecado que eche la primera piedra”.  Por ejemplo, nunca pude identificarme con los planteamientos políticos ni estilo de liderazgo de Andrés Moisés Mba Ada y Severo Moto Nsa, pero, yo no soy más que un ciudadano con derecho a un solo voto por lo que mi opinión personal no contaba mucho.  Además, las diferencias políticas no deben ir mas allá de donde corresponden, y no deben ser un obstáculo para apreciar y valorar las virtudes de aquellos que tienen una forma diferente de concebir el mundo.  Por eso, al juzgar las acciones de los demás, también debemos hacernos la pregunta de cómo lo hubiéramos hecho nosotros mismos en las mismas circunstancias.  Y exigir a los demás que hagan algo que no hubiéramos hecho nosotros mismos es claramente oportunista, cobarde.  Lo que yo pienso es que muchos llegaron a creer en las mentiras del Fundador en el sentido de su voluntad para democratizar el país, por lo que su comportamiento les decepcionó y desconcertó.  Nadie esperó que las cosas salieran tal como salieron, nadie pensó que el Gran Criminal fuera a mentir de esta manera tan descarada desde la jefatura de Estado, de hecho nadie pensó que fuera tan criminal como para matar a ciudadanos inocentes para mantenerse en el poder.  Muchos, incluyendo a estos dos líderes políticos optaron por darle el voto de confianza, dado el optimismo que nació con el advenimiento de la falsa democratización.

Una importante pregunta que podríamos hacernos al hablar de Andrés Moisés Mba Ada y de Severo Moto Nsa es: “¿qué hubiera sido de sus vidas si no se hubieran dedicado a la política?” Posiblemente, estarían llevando una vida tranquila con sus nietos, tal como lo están haciendo muchos guineanos de su generación que no tomaron la vía que ellos tomaron.  Seguramente Andrés Moisés Mba Ada todavía estaría en vida.  La respuesta a esta pregunta nos da una idea del enorme sacrificio que han hecho esos dirigentes políticos por la causa de Guinea Ecuatorial: una vida alejada de sus familias, de su país, una vida de pobreza incluso, una vida de abnegación, una vida en peligro permanente que, en el caso de Andrés Moisés Mba Ada, le llevó a la muerte en condiciones muy tristes y vergonzosas para nuestro país.  Este es un elevado precio que han pagado por todos nosotros, por el país y por sus familias. 

Otra pregunta que nos puede ayudar a apreciar la enorme contribución de esos líderes por la causa de la libertad de Guinea Ecuatorial es “¿Qué hubiera pasado si estos dos líderes políticos hubieran decidido aliarse con el Fundador para evitarse tantos problemas?”  Yo recuerdo una conversación que mantuve con un pseudo-líder político que, no solo come sino que vive prácticamente en la “cosina” del Fundador, en la que me  explicaba sus planteamientos políticos, concretamente su acercamiento al Fundador.  Sus palabras textuales fueron las siguientes: “Hijo mío, ya soy demasiado viejo para vivir perseguido por el régimen.  No estoy dispuesto a exiliarme ni a ir a la cárcel.  Lo único que me interesa ahora es cuidar de mi familia. Por eso he decidido colaborar con Obiang.  De momento, no creo que tenga lo que hace falta para sacarle del poder. No quiero seguir perdiendo el tiempo.”  Ahí le vemos, como dirigente de la llamada “Oposición Domesticada”, que dice sí y aplaude todas las locuras del Fundador y es ministro de su “gobierno”.  Merece la pena preguntarse ¿qué impacto hubiera podido tener que el pueblo viera a Severo Moto Nsa o Andrés Moisés Mba Ada charlando todos los días con el Fundador, en perfecta armonía y con suma satisfacción totalmente cooptados por el régimen?  ¿Qué pasaría si fuese Andrés Moisés Mba Ada o Severo Moto Nsa que estaríamos viendo en esas simpáticas imágenes que estamos viendo últimamente, de unas inservibles reuniones con el MATON para hablar de la organización de unas inservibles elecciones?  Seguro que el pueblo hubiera perdido toda esperanza en el futuro de Guinea Ecuatorial y el Fundador hubiera ganado la batalla.  En un continente en donde abundan los políticos de estómago y nuestro país tiene una larga fila de ellos, la firmeza y resistencia de esos líderes a las macabras intenciones del Fundador y con enormes sacrificios personales, es un gran logro que también merece su reconocimiento.  Yo pienso que si el Fundador lograba meterles en su bolsillo, tal como ha hecho con varios dirigentes políticos, le hubiera sido muy fácil eliminar a los pececitos como este “Simple Ciudadano de a Pie” y establecer un poder absoluto y un silencio sepulcral en el país, del tipo que existía hasta la llegada de los vientos democráticos.  Precisamente pienso que, por su firmeza ante el Fundador, Andrés Moisés Mba Ada y Severo Moto Nsa hasta nos han salvado la vida a muchos. 

Yo no soy nadie para declarar héroes.  Tampoco se me da por adular a las personas.  Sí me atrevo a declarar que Andrés Moisés Mba Ada y Severo Moto Nsa se merecen mis respetos profundos.  Y no es solo por lo señalado arriba, que no es más que una ínfima fracción de sus logros y su importancia para nuestro país, sino porque han trazado una senda que muchos de nosotros, lo reconozcamos o no, estamos siguiendo.  Muchos de nosotros no estaríamos haciendo lo que estamos haciendo si esos señores no hubieran dejado claro que aquello era posible incluso poniendo sus vidas en juego.  Nos han educado mediante el ejemplo.  Como diría Newton, “…Si he logrado ver más lejos fue porque me he subido a los hombros de gigantes”.  Al menos, para los de mi generación, estos son nuestros gigantes, son nuestros héroes, nuestros ídolos.  Hubiéramos encontrado un vacío si no hubieran tomado el camino que tomaron y sembrado la semilla que sembraron.  Precisamente, independientemente de nuestras orientaciones ideológicas así como nuestra apreciación individual de sus aciertos o desaciertos políticos, estamos altamente endeudados con ellos. No cabe ni la mínima duda en mi cabeza que algún día, el pueblo de Guinea Ecuatorial reconocerá a esos ilustres hermanos al igual que otros que cayeron por la causa de la libertad de nuestro país, su enorme e histórica contribución.

"Fernando ABAGA EDJANG
Simple Ciudadano de a Pie, expresandose estrictamente a titulo personal"




1 comentario:

  1. ANONIMO : Sinceramente no hemos sabido apreciar los sacrificios que han hecho esa (alguna) gente, como los nombres que nos mencionan en este documento. Estoy muy de acuerdo que, " independientemente de nuestras orientaciones ideológicas así como nuestra apreciación individual de sus aciertos o desaciertos políticos, estamos altamente endeudados con ellos". Me asumo ( me atrevo) a declarar que Andrés Moisés Mba Ada y Severo Moto Nsa se merecen mis respetos profundos.

    ResponderEliminar