Por X. R. PENOUCOS
- Nieves Quiroga lleva tres décadas en Guinea Ecuatorial y Pilar estuvo en Italia y barrios marginales de Valencia
Las hermanas de Sarria Nieves y Pilar Quiroga decidieron desde niñas que iban a dedicar sus vidas a ayudar a los más necesitaron. Cuatro décadas después sus fuerzas siguen intactas. Nieves continúa trabajando, a pesar de haberse jubilado hace unos años, en un hospital de Guinea Ecuatorial al que ha dedicado treinta años, y Pilar sigue ayudando a personas mayores en Sarria después de 22 años en Italia y otros 14 en barrios marginales de Valencia ocupándose de ayudar a toxicómanos.
Ambas son laicas consagradas del Instituto Secular de Operarias Parroquiales Magdalena Oulina y también colaboran estrechamente con la Fundación Religiosos para la Salud.
Nieves Quiroga desarrolló casi toda su actividad en Guinea Ecuatorial, país en el que trabaja desde hace unas tres décadas. Su primer destino fue el hospital de Kogo, en la ciudad de Bata, la más grande del país africano. Años después se trasladó a otro hospital, el de Nieffang, en la misma ciudad en el que se encuentra en la actualidad. Recuerda que en los primeros tiempos «nos enterrábamos en el barro para desarrollar nuestra labor», condiciones que actualmente han experimentado una notable mejoría, aunque queda mucho camino por recorrer.
Actividad diaria
La actividad diaria de Nieves se centra en atender a 15 poblados de la zona. Cada día se desplaza a uno de ellos con una unidad asistencial para prestar atención sanitaria sobre todo a menores, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad. También desarrolla tareas de sanidad ambiental.
La forma de actuar que desarrollan es curiosa y un claro exponente de las precarias condiciones en las que tienen que trabajar a diario. Utilizan un megáfono para advertir de su llegada a la aldea y que la gente que necesite ser atendida se acerque al lugar en el que se encuentran.
A pesar de que todavía trabajan en condiciones precarias, la situación ya no es tan mala como cuando hace tres décadas Nieves Quiroga llegó a Guinea y se encontró con un panorama que se puede calificar como desolador. «Con el sueldo que recibía compraba todas las sábanas que podía para el hospital y también sacos de arroz para hacer arroz blanco y dar de comer a toda la gente que podía», recuerda su hermana, Pilar Quiroga.
Jubilación activa
Nieves Quiroga está ya jubilada desde hace unos tres años, pero ha decidido que no va a dedicarse a descansar después de una vida entregada en cuerpo y alma a los demás y decidió que continuará trabajando mientras el cuerpo se lo permita. «Mi vida está aquí y, mientras pueda, quiero seguir trabajando al lado de estas personas», manifestó con una gran convicción la cooperante sarriana.
Ambas hermanas mantienen una relación muy estrecha y, aunque la vida ha ocasionado que residieran la mayor parte del tiempo en países diferentes, aprovechan para coincidir en Sarria en vacaciones cada vez que pueden y también estuvieron una temporada juntas en Guinea Ecuatorial. «Tuvimos la oportunidad de estar juntas trabajando codo con codo durante unos siete meses y la verdad es que fue una experiencia preciosa y muy enriquecedora para ambas», expresó Pilar Quiroga.
La actividad de Pilar Quiroga está ahora centrada en su localidad natal, Sarria, y se centra esencialmente en visitar a ancianos que precisan ayuda en coordinación con la parroquia de O Rosario, también colaboró activamente con la asamblea parroquial de Cáritas en la villa sarriana.
Pilar Quiroga manifestó sentirse «muy feliz» por su hermana, que dentro de unos días, junto al hermano de La Salle Manuel Carreira, también cooperante en Guinea y natural de Santiago, serán condecorados por el rey.
«En los primeros tiempos nos enterrábamos en el barro cuando trabajábamos»
Nieves Quiroga
«Mi hermana dedicaba su sueldo a comprar sábanas para las camas del hospital»
Pilar Quiroga
Fuente : La Voz de Galicia
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