LO QUE PASA CON
LAS RESERVAS DE GUINEA ECUATORIAL
ASODEGUE publicó en su
página web una nota con el título: “¿Qué pasa con las reservas de Guinea
Ecuatorial?” En dicha nota, publicada el día 3 de noviembre de 2010 y que puede
leerse aquí http://asodegue.org/noviembre0310.htm, ASODEGUE cuenta que “según
determinadas versiones las reservas del Estado ecuatoguineano alcanzaban hace
tres años más de 7 billones (billones) de francos CFA y han quedado reducidas
en el último ejercicio a 2 billones (billones) también de francos CFAs. Otras
versiones sitúan las reservas actuales por debajo de esa cifra, en menos de un
billón de francos CFA”. Se trata de una reducción de más de 5 billones de
francos CFAs. Ante esta situación, ASODEGUE se pregunta en forma retorica:
“¿Qué se ha hecho de esta enorme cantidad de dinero?” Voy a intentar dar
respuesta a esta importante pregunta para la satisfacción de todos aquellos
que, como yo, han leído esa nota y les consume la curiosidad y, por qué no, la
rabia.
Cabe señalar de entrada
que, al hablar de “determinadas versiones” y de “otras versiones” sin aportar
más precisiones en cuanto a las fuentes de los datos utilizados, se podría
concluir fácilmente que se trata de un rumor o de una mera especulación, lo que
restaría credibilidad y seriedad a la información publicada. Sin embargo, sería
precipitado descartar la posibilidad de que fuera cierto lo publicado por
ASODEGUE, ya que muchos rumores en principio descabellados, han resultado ser
ciertos. No hace falta citar casos concretos puesto que son muchos. En ausencia
de una prensa libre y de libertad de expresión en general, los rumores llenan
el vacio resultante. Pero, cómo se explicaría una reducción tan brusca y
repentina en las reservas de Guinea Ecuatorial, un país en pleno “boom”
petrolífero; un país que, como lo manifiesta el mismísimo Presidente Fundador
en su discurso pronunciado el día 12 de octubre de 2010, con ocasión del 42
aniversario de la República de Guinea Ecuatorial, es “…el líder económico de la
subregión”? El discurso se puede leer aquí: http://www.guinea-ecuatorial.net/ms/main.asp?cd=ni7510
Se sigue presentando a Guinea Ecuatorial y sin mucho rubor como un milagro
económico, con altas tasas de crecimiento económico, una economía en pleno
auge. Sin embargo, desde hace tiempo se sabe que la producción máxima de petróleo
se alcanzaría en 2008 y que desde 2009 la producción empezaría a bajar, primero
lentamente, para acelerarse después. Desde hace tiempo, se sabe que nuestro
petróleo no es para mucho tiempo, teniendo en cuenta las reservas conocidas y
los volúmenes de producción alcanzados.
El petróleo constituye
hoy en día la economía de Guinea Ecuatorial: aporta un 73% al PIB (crudo y
derivados), representa más de un 80% de los ingresos públicos, y contribuye
casi el 100% de las exportaciones . En estas condiciones, al bajar la
producción de petróleo, tal como está ocurriendo actualmente, arrastra a toda
la economía nacional con ella. En efecto, solo dos sectores predominan la
actividad económica: el petróleo (como consecuencia de la Enfermedad Holandesa)
y la construcción (como prueba de que la “Construction Boom Theory” es una
“aplastante” realidad en Guinea Ecuatorial). Ambas van estrechamente
relacionadas. Tanto es así que, después de alcanzar una cota máxima de 488.000
barriles por día en 2008, la producción de petróleo bajó a 461.000 barriles por
día en 2009 y se proyecta que sería de 434.000 barriles por día en 2010, una
tendencia hacia lo que el FMI ha llamado diplomáticamente “ the transition to
post oil period”- la transición a la era posterior al petróleo, pero que en
realidad, se trata de una transición a una crisis profunda. [Nota: gran parte
de los datos económicos utilizados así como varias citas presentadas proceden
de este documento del FMI: http://www.imf.orgɛxternal/pubs/ft/scr/2010/cr10103.pdf].
Desde aquí ya se observa un comportamiento económico paradójico: mientras que
la producción de petróleo baja, la construcción, que depende de ella, no hace
más que crecer. Desde otro ángulo, se observa que mientras que la economía
experimenta una contracción de 30% (del PIB en términos nominales) como
consecuencia de la caída en el sector petrolífero, que asciende a un 44.8%, la
construcción exhibe una tasa de crecimiento de 71%!!! Habría que notar que la
actividad en el sector construcción está impulsada fundamentalmente por la
construcción de las infraestructuras a través del Programa de Inversiones
Públicas. Nótese este dato, que es muy importante y al que volveremos más
tarde, puesto que está estrechamente vinculado el agotamiento de nuestras
reservas.
La contracción
económica sufrida en 2009 no es más que el comienzo de la pesadilla que se nos
echa encima. Es así que el FMI nos advierte que “The medium-term outlook is
clouded by onset of declining hydrocarbon production and nascent non-oil
sector, with policies posing additional risks” - Las perspectivas a mediano
plazo se ven nubladas por el inicio de la caída en la producción de
hidrocarburos, con un embrionario sector no petrolífero, así como unas
políticas que presentan riesgos adicionales. Las proyecciones hechas por esta
institución presentan un futuro ciertamente oscuro : Una tasa de crecimiento
que solo en 2013 alcanzaría el 2,7%, siendo de 0,9% en 2010 y 0,7% en 2015.
Estos datos muestran claramente que Guinea Ecuatorial está pasando rápidamente
del período de las “Vacas Gordas” para entrar en el de las “Vacas Flacas” sin
que muchos de los que se sientan cómodamente en la cúspide de la cadena
alimenticia (“Food Chain”) se enteren. Lejos quedan aquellos tiempos en que las
tasas de crecimiento económico eran de las más altas del mundo. Efectivamente,
hay que agradecer al ministro de hacienda y presupuestos, Melchor Esono Edjo,
por su “Nota de Prensa sobre los presupuestos del año 2011 Aprobado por el
Parlamento Nacional de Guinea Ecuatorial”, publicada en “La Gaceta”, número
157, de noviembre 2010, que se puede leer en este enlace.
http://lagacetadeguinea.com/157/05.ht. Independientemente de ciertas cuestiones
lingüísticas, estilísticas y semánticas, amén de algún que otro desliz
analítico, habría que reconocer que la publicación de esta nota por el ministro
de hacienda y presupuestos constituye un acto de coraje y de sinceridad sin
precedentes en un contexto en que la mentira, la hipocresía y el cinismo se han
elevado al rango de religión. En su nota de prensa, el ministro dice: “…Se está
divisando el inicio de una crisis en nuestra economía actualmente; aunque
muchos no lo creen ni lo quieren creer; pero lamentablemente es así…” Bravo!!!!
Cuando una economía
entra en dificultades, como está ocurriendo ahora en Guinea Ecuatorial, ocurren
muchas cosas desagradables. Por lo que hay que tomar decisiones, muchas de
ellas difíciles y dolorosas, y emprender acciones concretas para responder a la
crisis que se presenta, utilizando el arsenal (políticas, instrumentos, etc.)
disponible para tales fines. Una de las cosas desagradables que ocurren en
períodos de crisis económica es la caída en los ingresos públicos. Fuertes
recortes harían falta ante la situación que se ha presentado, lo cual impone
una re-priorización de las necesidades a atender. Algunos países, dependiendo
de la gravedad de la crisis, introducen programas de austeridad. Lo estamos
viendo ahora mismo en Irlanda, y no hace mucho lo vimos en Grecia. Lo que
estamos viendo en Guinea Ecuatorial es que, mientras que los ingresos sufren
una caída brusca de 22.4%, los gastos suben un 58.5%!!!! Este comportamiento
claramente paradójico solo puede tener un resultado: déficit presupuestario. No
hay escapatoria. En efecto, en 2009 y por primera vez desde que empezó la
juerga del petróleo, apareció el espectro del déficit presupuestario, que
alcanzó nada más y nada menos que un 8% del PIB. Claro, con esa situación a
nivel interno y sin mejoras en la gestión económica, las transacciones de
Guinea Ecuatorial con el resto del mundo no se escapan tampoco del
estrangulamiento. En efecto, vemos que mientras que las exportaciones,
consistentes casi en su totalidad en productos petrolíferos, se contraen
bruscamente, las importaciones por su parte mantienen su crecimiento rápido,
con lo cual la balanza de pagos también entra en déficit, acentuado por las
fuertes repatriaciones de las ganancias que efectúan las compañías extranjeras
que operan en el país.
Y ¿cómo ha financiado
el gobierno este déficit?: Aquí hay que abrocharse los cinturones, porque la
sacudida será de espanto. El gobierno de Guinea Ecuatorial ha financiado el
déficit de dos maneras, a saber: a) echando mano de las reservas acumuladas y
b) endeudando al país, dos medidas absolutamente innecesarias. Por el contrario,
la opción que podría aportar mayores beneficios al menos en cuanto a conservar
las reservas y evitar el endeudamiento, cual es frenar la alocada construcción
de infraestructuras, ni siquiera se considera, según muestran los datos
disponibles. Así vemos que las reservas que se venían acumulando de repente se
han contraído drásticamente. En
efecto, el FMI explica que: “…government assets held at BEAC declined by half,
with the share held outside the regional central bank rising to over 70% (50%
in 2008)…” – Los activos del gobierno mantenidos en el BEAC bajaron a la mitad.
O sea, el FMI dice que las reservas de Guinea Ecuatorial
en el BEAC se redujeron en un 50%, una contracción tan fuerte que causó una
reducción general en las reservas totales del BEAC, las cuales sufrieron una
caída de 1,500 millones de dólares, pasando a situarse en 14,200 millones de
dólares. Estos 1,500 millones de dólares representan, según manifiesta el FMI,
casi exactamente lo sustraído por Guinea Ecuatorial. Esta situación no es más
que la punta del iceberg de los profundos problemas económicos que están
empezando a afligir a Guinea Ecuatorial como consecuencia de la reducción en la
producción de petróleo a la vez que se mantiene la alocada construcción de
infraestructuras.
La cuestión a
plantearse ahora es el por qué de este comportamiento, por qué en vez de
recortar el gasto público tal como la situación parecería imponer, se está
haciendo todo lo contrario, aumentándolo fuertemente. La explicación es muy
simple: la enfermiza obsesión por las infraestructuras, fundamentalmente la
construcción de obras faraónicas, puros elefantes blancos. Es así que, a pesar
de la contracción en los ingresos públicos, vemos que los gastos de capital
ocasionados por la ejecución del Programa de Inversiones Públicas exhiben una
aceleración exponencial, al pasar de 363 billones de F.CFA en 2004 a 2.482
billones de F. CFA, un aumento de más de 2.000 billones de F. CFA en solo 5
años. He ahí la
observación del FMI en el sentido de que “…Expenditure surged over the course
of the year as oil prices recovered, and the revised budget targets adopted in
March were abandoned. Unprecedented
spending under public investment programme (PIP) surpassed the original budget
by some 25 percent…” – El gasto estalló durante el año con la recuperación de
los precios del petróleo, a la vez que las metas presupuestarias revisadas
adoptadas en marzo quedaban abandonadas. Se trata de un gasto sin precedentes
realizado bajo el programa de inversiones públicas (PIP) que superó el
presupuesto original en un 25%. Se trata aquí de una tendencia que se mantiene
desde que se produce petróleo en Guinea Ecuatorial, cual es la “aceleración
espectacular del gasto”, un fenómeno del que hablé en 1999 en este documento
que tanto polvo levantó:
http://www.angelfire.com/sk2/guineaecuatorial/fabaga221100.htm. O sea, ni se
respeta el presupuesto, que así se convierte en papel mojado.
Me asustan las enormes
cifras de gastos públicos de Guinea Ecuatorial, especialmente teniendo en
cuenta que la capacidad de absorción del país no es precisamente impresionante.
Así también lo expresa el FMI en su lenguaje siempre muy diplomático y
prudente, en el sentido de que “… absoptive capacity may become strained,
leading to lower investment efficiency….” – La capacidad de absorción pudiera
verse afectada, limitando la rentabilidad de las inversiones. Claro, siendo una
economía improductiva, gran parte de estos gastos pasan por las importaciones.
Tanto es así que las importaciones relacionadas con las infraestructuras se
elevaron a 3.943 millones de dólares frente a los 587 millones generados por el
sector petrolífero. Pero, por qué esta obsesión por las infraestructuras? Lo
único que se sabe a ciencia cierta es que estas infraestructuras tienen poco
que ver con el bienestar de las personas y con el desarrollo socioeconómico del
país en general. El FMI manifiesta que “… High public investment may not
translate into non-oil growth…” – Los elevados gastos en inversiones públicas
podrían no traducirse en crecimiento en el sector no petrolífero. Además,
sabemos que a pesar de la altísima renta per cápita alcanzada gracias al
“boom”, de unos de 12,000 dólares, se estima que un 77% de la población todavía
vive en la pobreza absoluta, es decir con menos de 1 dólar al día. Este dato se
pueden encontrar aquí: http://www.africaneconomicoutlook.orgɛn/countries/central-africaɛquatorial-guinea/.
El porcentaje de la población que vivía en la pobreza absoluta antes del
petróleo era de un 60%. Otra paradoja, de las tantas que se presentan aquí y
que explican que, a pesar de su elevada renta per cápita, Guinea Ecuatorial
todavía aparece en la lista de Países Memos Avanzados (PMA), en vez de estar
entre los países de alta renta, como correspondería según su renta per cápita.
De hecho, mientras que los gastos de capital representan casi el 88% del total
de gastos en 2009, solo se destina un 1.2% a la masa salarial en un contexto en
que los gastos corrientes están por debajo de un 13%. Por su parte, los gastos
en educación son de un 0,6% del PIB mientras que los de salud se limitan a un
raquítico 1% del PIB, con lo que no debería extrañar que la esperanza de vida
al nacer de los guineanos sea escasamente de unos 50 años. Obviamente, en la
concepción de “progreso” que se maneja en Guinea Ecuatorial y que los datos nos
muestran con espeluznante claridad es que el desarrollo de las cosas (los
monumentos faraónicos) es más importante que el desarrollo y el bienestar de
las personas.
Si la desenfrenada
construcción de infraestructuras no tiene nada que ver con el desarrollo
socioeconómico del país ni el bienestar de los guineanos, cual podría ser la
razón? No se sabe a ciencia cierta, pero, se puede especular, y avanzar cuatro
razones importantes: a) la búsqueda de legitimidad política, interna y externa,
b) la proyección del poder, c) un intento por dar la impresión de que los
recursos del petróleo se utilizan a favor del país y así esquivar las presiones
internacionales que exigen una mayor transparencia en su utilización, así como
d) la redistribución de la riqueza a favor de ciertos individuos específicos.
Se trata aquí de un precio muy elevado pagado por el país para satisfacer la
vanidad de “Un Hombre”. Este elevado precio, que todos los guineanos estamos
pagando y que podríamos legar a nuestros descendientes, consiste en: a) el
agotamiento de las reservas acumuladas y b) el endeudamiento del país,
fundamentalmente a través de una línea de crédito obtenido de China en
condiciones draconianas, de 2 billones de dólares, con una tasa de interés de
5,5%, periodo de amortización de solo 5 años y 2 años de gracia. Todo, menos
frenar la demencial construcción de monumentos faraónicos, entre ellos El
Gbadolite II. Con estos datos, resulta difícil no estar de acuerdo con mi
compatriota Crispín Mba, a quien me gustaría tener el gusto de conocer, cuando
en sus dos recientes artículos publicados en Guinea Ecuatorial-net explica que
los comportamientos observados son de pura “idiotez”
http://www.guinea-ecuatorial.net/ms/main.asp?cd=ni7526 y de manifiesta
“imbecilidad ”http://www.guinea-ecuatorial.net/ms/main.asp?cd=ni7549.
Llegados a este punto,
convendría recordar la pregunta que ha dado lugar a la nada fácil aventura de
intentar examinar un complicado aspecto del comportamiento económico de Guinea
Ecuatorial, es decir: “¿Qué pasa con las reservas de Guinea Ecuatorial?”
Abundante información se ha presentado arriba, para no solo dar respuesta a la
pregunta sino además, presentar las múltiples paradojas que han conducido a tan
lamentable situación. Así, al terminar el petróleo solo nos quedaremos con una
impresionante deuda externa y, por supuesto, un montón de Elefantes Blancos
cuyo mantenimiento solo aumentará nuestras penas, como única evidencia de que
Guinea Ecuatorial, en su día, fue un país rico gracias a su efímera experiencia
petrolífera. Con mucha tristeza y posiblemente con lagrimas en los ojos, el
pueblo se dará cuenta que se ha desperdiciado una oportunidad única para sentar
una base solida a favor de un desarrollo sostenido del país.
Agradecería comentarios
a través de mi correo privado: FAbaga@msn.com.
Fernando Abaga Edjang
(Simple Ciudadano de a
Pie, expresándose a titulo estrictamente personal)
el pueblo sufre de impotencia tanto como aquellos guineanos que temiendo por su vida viven fuera de nuestro pais. el ayatola omeini lider espiritual de iran vivio fuera de su pais durante mucho tiempo pero no porque el tuviera miedo a ir sino porque a el no se le permitia la entrada a su pais era el gobierno quien le tenia miedo a el no el al gobierno lo mismo paso con manuel zelaya presidente de honduras expulsado de su pais mediante un golpe de estado militar el intento regresar pero no se le permitio la entrada a su pais porque los militares le tenian miedo porque el poder siempre lo tiene el pueblo y si el ppueblo te quiere tu tienes el poder del pueblo. el pueblo quiere a el che guevarra a malcom x a lumumba a nelson mandela a thomas shankara. el pueblo no quiere a ben ali a mubarak a vuatara o a obiang. el pueblo no muere por patriotas sin coraje ni por dictadores. como no vamos los guineanos a tenerle miedo a obiang si los primeros que le tienen miedo son los que deberian ser nuestro ejemplo para luchar. muchos grandes hombres de nuestra guinea que podrian haber marcado la historia de nuestro pais optaron por esconderse y esperar en silencio pero eso no les sirvio de nada porque obiang les localizo antes y les mato en silencio. ahora mismo hay muchos hombres fuertes de la oposicion guineana a los que obiang tendria mas facil matar fuera de guinea que dentro en caso de que consigan entrar pero eso para la mentalidad guineana ya son palabras mayores.
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