lunes, 1 de febrero de 2016

Slaughter jugó con pasaporte de Guinea Ecuatorial, en su paso por el Madrid


El Real Madrid tiene un problema. Concretamente su sección de baloncesto. Y no es poca cosa. El Juzgado de Instrucción número 27 de Madrid está investigando si Marcus Slaughter, ex jugador del club blanco, utilizó durante la pasada temporada un pasaporte falso, concretamente de Guinea Ecuatorial, para no computar como extranjero (existe un convenio con el país africano) y poder ser alineado junto a sus compañeros. Se da la circunstancia de que el Real Madrid se aprovechó de esa circunstancia, con su consentimiento o sin saberlo, para incluir a Slaughter, de nacionalidad norteamericana, en la pasada edición de la Copa del Rey que su equipo acabó ganando. Facundo Campazzo y Gustavo Ayón fueron quienes ocuparon las dos plazas de extracomunitarios. Si el Juzgado encuentra que los hechos son constitutivos de delito, las consecuencias pueden ser graves a dos niveles: el judicial, con penas de prisión de hasta de dos años por falsedad de documento público de los implicados; y el deportivo, porque una alineación indebida continuada (también en la Liga ACB Slaughter jugó un total de 13 partidos en la fase regular y el Madrid se proclamó campeón) podría haber adulterado resultados, campeonatos y clasificaciones. El Valencia, por ejemplo, podría haberse visto seriamente perjudicado de confirmarse la irregularidad al no acceder a la Euroliga y tener que conformarse con la Eurocup. El Barça también, en su caso por caer en la final de la Copa precisamente contra el Madrid. Las impugnaciones, de producirse, derivarían en un auténtico escándalo para el baloncesto español.

Hay otro jugador investigado, además de Slaughter. Se trata de Andy Panko, ex del Fuenlabrada y en realidad pieza fundamental para empezar a destapar el caso en el mes de mayo de 2015. Fue la Federación Española de Baloncesto (FEB) la primera en alertar del posible escándalo cuando descubrió que los pasaportes guineanos de ambos jugadores (Panko también es norteamericano) tenían el mismo número (AA001696), una chapuza que disparó las sospechas y que provocó la primera información de un medio de comunicación sobre el tema, Mundo Deportivo.

Los documentos estaban expedidos además en el Consulado de Guinea Ecuatorial de Las Palmas de Gran Canaria, una circunstancia cuanto menos curiosa ya que tanto Panko como Slaughter residían en Madrid y es allí donde se encuentra la embajada. De hecho, precisamente a requerimiento del Juzgado, la embajadora de Guinea Ecuatorial en España, Purificación Angué Ondo, dio su versión de los hechos y aclaró el pasado 30 de noviembre del 2015 en una carta que los pasaportes “no son legales, sino falsificados mediante métodos fraudulentos”, un documento que está en manos del juez, que puede resultar clave en la investigación y al que La Vanguardia ha tenido acceso y publica en esta misma página. El motivo por el cual un extracomunitario puede dejar de serlo como guineano a efectos de la ACB puede sorprender pero responde a un convenio especial llamado acuerdo de Cotonou firmado en el año 2000 por la Unión Europea y varios países de África.

Cuando la Federación Española descubrió las irregularidades, muy evidentes por otra parte, se puso en contacto rápidamente con la Asociación de Clubs de Baloncesto (la ACB, organizadora de la Liga y la Copa) y con el Consejo Superior de Deportes (CSD) que a su vez trasladó el caso a la Policía. En los últimos días, según publicaba ABC el pasado jueves, el magistrado encargado de la investigación pretende interrogar tanto a Slaughter como a Panko en condición de investigados (antes imputados) y para ello ha enviado a Turquía y Francia, países donde juegan ahora ambos jugadores, una comisión rogatoria.

Fuente : LA VANGUARDIA

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