
A decir verdad, no hay novedad ninguna en el
hecho de que a un pez gordo de Guinea
le desplumen la caja de dinero, pues ha ocurrido un montón de veces. Menos aún
novedoso es el hecho de que quienes se llevan el dinero sean ciudadanos
extranjeros, casi siempre trabajadores de las víctimas. Aquí, en mi opinión, lo
importante es que una vez más se pone de manifiesto la mezquindad de los hombres del régimen. En su pueblo natal,
en una zona rural del interior del país, donde seguramente Jerónimo Osa tiene
familiares de primera y segunda línea malviviendo y necesitados de trabajo,
incluso allí, éste impresentable
prefiere contratar de vigilantes a extranjeros, en lugar de dar trabajo a los
lugareños.
Por otro lado, en un país del que se dice que ha
avanzado tanto, cómo demonios se explica que quienes más dinero poseen lo sigan
guardando en maletas en sus domicilios. Es anacrónico. Casi primitivo. ¿Acaso
el desarrollo del que hablan todos los días en sus medios de propaganda no
incluye la implantación de un sistema bancario fiable? ¿Acaso no se fían de sus
propios bancos?
En fin, supongo que es lo tiene estar gobernados
por ignorantes. Por estúpidos y supinos ignorantes.
Fuentes: Redacción de Radio Macuto.
esa gente son tan tontos y merecen que les roben todo lo que se esconden es sus casas en ves de invertirlo en el pais
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