lunes, 7 de marzo de 2016

A propósito del 8 de marzo

Ya que mañana se celebra el día 8, día internacional de la mujer, llamado así comúnmente, por casi todas las sociedades de influencia occidental. 

Personalmente no me gusta que se tenga que dedicar un determinado día en el calendario,a las mujeres ( como si en el resto,aquellas dulces y encantadoras compañeras no fueran importantes e imprescindibles en el misterio de la vida y desarrollo cotidiano de la convivencia humana); pero por cuestiones político-históricas y desde que 146 neoyorquinas murieron quemadas en una fábrica textil, por su negativa a abandonar el encierro que habían decidido llevar a cabo para reivindicar igualdad de salarios y mejoras en las condiciones de trabajo allá en  1908, la fecha ha sido establecida como tal.
    
Ya que ha quedado ampliamente aceptado celebrar ese día, y ante la conmemoración que tenemos mañana, me encantaría hacer unas sugerencias especialmente a mis hermanas, madres y compañeras de Guinea Ecuatorial:
    
1) Me gustaría que contra todo pronóstico, el día de mañana sirva para que reflexionéis el lugar que ocupáis en nuestra sociedad, el trabajo y lucha por una sociedad más igualitaria de derechos y obligaciones, sin machismos crónicos ni feminismos inconsistentes y precipitados. 
   
2) Albergo esperanzas de que, meditéis si realmente os merecéis el rincón de la cocina y delantal en el que os hemos ido empujando poco a poco, los maridos, hermanos y padres, en connivencia con los poderes públicos ante la ausencia de un parlamento sensible y controlador de iniciativas gubernamentales igualitarias de derechos, el vacío inallanado de una justicia independiente y profesional, en los litigios de separación y divorcio, guarda y custodia de los hijos matrimoniales.
     
3) Os invito a que penséis si es conducente a la igualdad que reclamáis, vuestra relegación a al estatus de "bailarinas de corros de animación" en los aeropuertos y sipopos durante las cumbres, recibimiento de huéspedes y festejos particulares...

4) si realmente ayuda a vuestra emancipación la ausencia total del género femenino en la lucha política nacional, el emprendimiento económico empresarial y en iniciativas asociacionistas privadas, como centros de poder civil que controlan, moldean y frenan la tendencia arbitraria de cualquier poder público.
    
También sé que las hay que se merecen un aplauso y reconocimiento, por sacar adelante solas y en precario a sus familias, licenciadas y graduadas de universidad que han demostrado con creces habilidades psíquico-intelectuales en las direcciones de grandes administraciones públicas y privadas, sin olvidar a aquellas independientes que no necesitan atraer a ningún hombre con un buen escote, un implante de siliconas o los largos cabellos de un "aguacate brasileño" a precio de tres salarios de un funcionario público....a todas ellas, mis respetos y admiración.
    
No obstante soy realista y consciente de la realidad de nuestra sociedad, donde la ausencia de sensibilización en unas y los hábitos fomentados y mantenidos por otros, no van precisamente por la labor de mis deseos expuestos más arriba. Ello me hace caer en la cuenta de que, mis buenos deseos y augurios acaben cayendo en saco roto, o sobre oídos taponados, por el ruido de caos imperante. Y una vez más, mañana asistiremos a otro gran esperpéntico espectáculo: 

  1) El abandono de las responsabilidades conyugales, maternas.

  2) La celebración de la ignorancia complaciente de los mecanismos para una lucha por la igualdad efectiva de derechos y obligaciones.

  3) La dejación de obligaciones político-ciudadanas.

  4) El canto callejero a todo cuello sin son ni ton, de unas almas en pena envueltas en trajeadas telas de popó impuesto como indumentaria oficial, sin consultas ni debate previos...

Todo eso, cubierto por la anestesia de una gran ingesta de alcohol, gracias a los 23 millones librados por la "primera en todo"


Lenin Quinto Mucio

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