martes, 1 de enero de 2013

BIZINGANG


El pánico se apodera de Guinea Ecuatorial. La población se está quedando sin ajos en las verdulerías según supone en las tesis de los artículos de nuestro compatriota y economista Fernando Abaga Edjang. 

Esta crisis económica tiene sus orígenes en el proceder del gobernante partido dedocrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) y su presidente fundador, quien por medio de trapisondas desde el poder, ha colocado todas las instancias del Estado a su servicio –Tribunal Superior, Altas Cortes, Cámara de cuentas– y lo que es más criminal para una democracia imperfecta, ha dispuesto del poder mediático al servicio de su partido y de su gobierno. Y si a estas desgracias sumamos la corrupción rutinaria, la evasión fiscal, la anarquía, la contención y el absolutismo etc. se trata en suma de una situación evidentemente horroroso.

El problema es que un molino abandonado junto a un arroyo, se desploma inesperadamente, al advertirse el surgimiento de una dictadura sin precedente en la conducción del Estado. Los avances en materia política y desarrollo económico se han visto eclipsados al inicio de la desaceleración económica por la falta de voluntad política al respecto.

El molino perteneció en su tiempo a otro vampiro llamado Macías Nguema Biyogo, bien conocido en sus tiempos, cuyas víctimas también eran precisamente aquellos que querían moler su grano. Se consideraba que los colonos seguían habitando allí, pero, cuando se destruyó su refugio, por la comarca cundieron rumores de que el vampiro está de caza. Y cómo no, en el capítulo del juicio final podremos ver cómo a un incontenible Obiang Nguema Mbasogo que, como Cid Campeador, seguirá matando moros después de su muerte.

—El vampiro de Guinea Ecuatorial actualmente es Obiang Nguema Mbasogo y sus horripilantes atrocidades cometidas. Vive en el dogma de ser el dueño del molino. El pueblo, acostumbrado de vivir en las horripilantes atrocidades de los vampiros, precisamente, guarda en la memoria imágenes de varias actividades de misteriosas muertes, tanto lo uno como lo del otro. El término “vampiro” no cesa en Guinea Ecuatorial.

Puede decirse que la existencia de vampiros en Guinea Ecuatorial es un hecho confirmado. Gracias por la experiencia vivida el país, sobre todo en estas últimas décadas del boom de petróleo. Las fechorías de los vampiros están siendo patente por sus virtudes despóticas.

El alcalde del municipio: (Mienama) reconoció que la gente está asustada, todos conocen la leyenda de este vampiro. La idea de que ahora se está quedado sin cobijo y busca un nuevo refugio y nuevas víctimas tiene aterrada a la población. Todos tenemos miedo”. Es fácil reírse si no se vive allí, pero ninguno de los vecinos de la zona dudan de la existencia de los vampiros o (Bizingang) en Guinea Ecuatorial. El alcalde confirmó asimismo que el consejo local aconsejó a todos los vecinos colgar ajo en las puertas, cuyo olor es insoportable para los vampiros y cuidar de que en cada habitación haya un crucifijo.

En fin; las menciones sobre los vampiros o Nzemedang, no se remontan a EGONG, como suele considerarse los TROVADORES, sino en los actuales territorios de Guinea Ecuatorial. En particular, en la reciente reforma de la constitución aprobada casi en el decreto emitido por el zar de Guinea, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. De acuerdo con este documento se prohíbe a los sacerdotes participar en el desenterramiento e incineración de cadáveres de personas sospechosas de vampirismo. Es decir, se ha prohibido totalmente la existencia de la oposición y se auto proclamó asimismo el Estado monárquico en el que su sucesor, debe ser únicamente, uno de sus hijos. De tal modo, lo más correcto es considerar que Guinea Ecuatorial es precisamente la patria de los vampiros. De esta  manera, el folclore guineano debe ofrecer varias maneras de protegerse de los vampiros. Ekie Ndong Elá muanbisedjing por ejemplo, quien en su tiempo defendió en EGONG el trabajo de Fin de Grado sobre este tema, dijo:

—El espino albar y el endrino son muy buenos para protegerse de los vampiros. También pueden ayudar las fórmulas mágicas más comunes: las malas palabras y el trato grosero. Por ejemplo, dicen que cuando uno se enfrenta a un vampiro (esto lo saben muy bien los molineros, porque los vampiros viven comúnmente en los molinos) hay que injuriar su rodilla izquierda, o mandarlo a la montaña o al agua, deseándose encontrar por el camino un espino albar. Es más, los objetos bendecidos o el agua bendita pueden ser una buena ayuda contra los vampiros. Pero, en definitiva, nadie podrá librarse del vampiro, mientras no lo aniquile. “Es imprescindible encontrar el ataúd del vampiro y penetrarlo con un palo de espino albar”.

OBIANG TESIFONTE.


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